¿Sabías que las gamuzas de la cocina pueden llegar a tener más bacterias que el inodoro? Aunque parezca mentira, es una realidad, de ahí nuestra insistencia por la limpieza de los utensilios para limpiar.

Antes de nada, deberías emplear cada gamuza para sola una cosa. Es decir, una gamuza para secar, otra para eliminar el alimento pegada en la vajilla, un estropajo para repartir el jabón, una bayeta para desinfectar la encimera… De este modo evitarás pasar bacterias de unos puntos a otros. Para limpiarlas adecuadamente lo mejor es dejarlos en remojo con agua temperada y lejía o con agua y amoniaco para tejidos a lo largo de todo un día. También podrías meterlas en la lavadora, pero este método asegura la desinfección total.

En cuanto a la fregona, es conveniente limpiarla con agua fría a presión cada vez que la uses. Así quitarás todas y cada una de las impurezas. Y si está demasiado sucia, déjala unas horas en remojo. Mientras que no hace falta decir que es obligatorio cambiar siempre el agua del cubo tras cada empleo.

Y respecto a los cepillos, lo mejor es frotarlos con otro cepillo de púas finas, tipo peine, para quitar cualquier pelo o rastro. Después, si lo crees conveniente, puedes dejarlo en remojo con agua y lejía o amoniaco y tenderlo boca arriba, ya que si lo pones boca abajo, las púas pueden deshacerse.

No olvides seguir estos consejos para limpiar tus utensilios de limpieza, evitarás que la suciedad pase de un lado a otro de tu casa. Y si crees que es hora de cambiarlos por unos nuevos, puedes contactar con Punto Limpio Tienda y hacerte con todos los utensilios y productos de limpieza que necesites.